miércoles, 22 de febrero de 2012

¿Glaciación?

HP vendio su fábrica de PCs más grande del mundo, se encienden todas las alarmas debe querer decir que está en grave peligro de extinción. Y esto no solo incluye a los típicos ordenadores de escritorio, sino también las portátiles, que parecen estar en una mejor posición, pero con la tecnología disponible hoy, también parecen fáciles de reemplazar dentro de algunos años.
Hoy en día, el furor son los teléfonos y las tablets y de eso se habla, porque eso es lo que vende. A menos que se trate de un jugador dedicado que no cree en las consolas, muy pocas personas actualizan con regularidad su PC.
¿Qué le depara en el futuro a los PCs?

Pero claro, esta evolución tendrá que ser acompañada por un crecimiento de los otros dispositivos también. Los teléfonos móviles han crecido mucho desde su versión original, pero las tablets todavía son bastante limitadas en cuanto a su verdadero potencial. Pero en lo que podría ser una ventana al futuro, los móviles de hoy en día ofrecen procesadores de dos núcleos, conexión a Internet de alta velocidad y, en ciertos modelos, un dock con teclado y monitor para usarlo en un lugar estático, como los ordenadores tradicionales. Fácilmente este podría ser el futuro de las tablets, con docks que recarguen el dispositivo y ofrezcan teclados y pantallas más grandes.
De esta manera, si lo vemos muy a futuro, todo podría basarse en los teléfonos móviles. Los llevamos de un lado a otro en nuestro día y los conectamos en una tablet cuando necesitamos una pantalla un poco más grande o estar más cómodos. Y lo mismo podría ser si necesitamos una pantalla aún más grande, un ratón o teclado. Conectamos el teléfono móvil en un escritorio que tenga todos esos elementos. Pero claro, este es un concepto que podríamos ver ocurriendo dentro de 20 años como mínimo y, aún así, no todos lo aceptarían. Está claro que sería una interesante manera de tener todos tus datos en un mismo dispositivo con la habilidad de cambiar de forma.

¿Qué le depara en el futuro a los PCs?

Las tablets pueden evolucionar en cualquier dirección.
A este paso, podemos ver que a medida que avance la tecnología ocurrirá más y más lo que ya viene ocurriendo, se delegarán las tareas que antes se hacían exclusivamente con el ordenador a otras herramientas, ya sea una consola de juego, teléfono móvil o tablet, al punto donde no necesitaremos la PC para prácticamente nada, a excepción de casos muy exclusivos.
Por razones como estas, los ordenadores no desaparecerán por completo, porque todavía son la base de cualquier tipo de computación compleja, pero eso no quiere decir que no puedan ser seriamente desplazados y, eventualmente, casi olvidados, sobre todo desde un punto de vista cultural. No estamos diciendo que esto es lo que va a ocurrir, pero es una de las posibilidades ante el crecimiento de otros dispositivos y mayor demanda de dispositivos más simples pero igual de multifacéticos.
El aspecto económico también juega su papel, por supuesto. Y mientras que las tablets hoy pueden considerarse caras, una vez que la novedad desaparezca, serán mucho más económicas que las notebooks y más cercanas al precio de las netbooks. Por el momento no son económicas y tampoco tan poderosas como sabemos que serán dentro de algunos años. Aún así, son mucho más cómodas que los ordenadores y pueden hacer muchas de las mismas cosas básicas, de manera que los usuarios menos exigentes ya las han reemplazados.
Es posible que todavía tengamos ordenadores por un tiempo. Pero también está claro que son dispositivos muy caros para tareas que ya no son exclusivas a esas máquinas y aquí es donde yace la fuerza del argumento. El lado fuerte de los ordenadores es que tenían un poder de procesamiento y almacenamiento incomparable. Ahora, con las nuevas tablets y teléfonos móviles y la nube, eso ya no es así. De esta manera, a menos que el dispositivo haga un importante e innovador salto, tiene los días contados. La otra opción sería que aparezca un nuevo dispositivo que mezcle la portabilidad de nuevos dispositivos con la comodidad de los ordenadores clásicos.